Violencia Institucional



En el Día Nacional contra la Violencia Institucional, nos comunicamos con Matías Bregante, vocero de Amigos y Familiares de Luciano Arruga para hablar sobre el caso y charlamos con Mercedes Haran, representante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) sobre la violencia policial en Córdoba. Además, recordamos los 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.


Las fuerzas de seguridad, las policías de todos niveles, la seguridad privada y las instituciones represivas no armadas: clínicas psiquiátricas, los institutos de menores, están al servicio y enmarcados dentro del concepto represivo.

La estigmatización, la de sacar de circulación a lo que se consideran las clases peligrosas está también y paradójicamente relacionada en cómo desde esas mismas fuerzas represivas se los utiliza para delinquir.

Cuando decimos violencia institucional nos referimos a la  estatal y también paraestatal.
Es aquí cuando la población marginada o fuera del sistema, o parte de ella, puede ser usada para robar o para ejercer violencia paraestatal (las patotas, las barras bravas, el caso Mariano Ferreira).

Usados como rompehuelgas o para frenar protestas sociales, también puede ser contemplado dentro de la violencia paraestatal y la policía dejando el campo libre, la zona liberada para que actúen las patotas para reprimir una protesta social.

El tema de la seguridad es un factor de legitimación del poder y de visualización de amplios sectores sociales como una amenaza a ese orden.
Con la idea de represión del delito, avanza la idea de reprimir a determinados movimientos sociales.

Si vemos los discursos electorales de los principales candidatos, todos están con el discurso de la mano dura.
¿Qué se discute?
¿Cómo reprimir mejor a los delincuentes?
¿Si estás a favor o en contra de si los planes y el clientelismo alienta la vagancia y la delincuencia, etc.?

Tenemos una visión del mundo diferente, estamos en una batalla cultural, de ideas, de mediano y de largo plazo.
Los medios de comunicación trabajan, reproducen y afianzan un sentido común ya creado desde hace mucho tiempo.

Todo lo que sea organizaciones populares y medios alternativos y comunitarios, puede significar un avance hacia la construcción de un sentido común diferente y es imprescindible hacerlo.
Por eso estamos acá, desde Puente Uno, en la Tribu.