La población que vive hacinada en la ciudad de Buenos Aires asciende a casi medio millón de personas, más allá de que el déficit habitacional reconocido en las estadísticas oficiales es de alrededor de 200 mil viviendas. Algo más de 150 mil viviendas permanecen clausuradas, cerradas y tapiadas para regular el mercado inmobiliario. No existe hasta ahora ninguna penalización para quienes tienen estas casas ociosas mientras la ciudad convive con esta crisis habitacional. Toda esta falta de regulación de la problemática de la vivienda, produce un sinnúmero de personas que viven en situación de calle. Junto al sociólogo Martín Boy, especialista en planificación y gestión de políticas sociales, analizamos el tema en Puente Uno.