Estamos viviendo tiempos de crisis; lo venimos sosteniendo en nuestros programas.
Sabiendo que absolutamente nada bueno podemos esperar del resultado del balotaje (cualquiera sea el ganador), es momento de analizar por qué llegamos a esto…a tener que optar entre dos opciones conservadoras; y si querés también… a votar en blanco…
Con cualquiera de estas tres opciones seguiremos jodidos. Porque tenemos que asumir nuestra crisis…la de alternativas desde el campo popular.
Si el debate se cierra en con qué velocidad vamos a sufrir el ajuste que se viene contra el pueblo; si será drástico como lo quiere Macri, o con cuentagotas, como ya lo venimos sufriendo todos…no hay salida.
Si para perder algunos derechos conquistados durante este gobierno basta con perder una elección, ¿No será que no hubo grandes transformaciones estructurales en estos años?
A los 90’ no volvemos más, pero no porque lo digan como eslogan. Sino porque hay un campo popular, que a pesar de todas sus debilidades, su fragmentación y diversidad de proyectos, está en mejores condiciones que en los 90’ para resistir cualquier indicio de políticas reaccionarias. Como lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo. Y fue así con este gobierno y lo será con el próximo.
En nuestro pueblo vinimos incorporando en las luchas desde fines de siglo pasado y comienzas del siglo XXI una cultura cada vez más clara de lo que no queremos.
Pero nos falta avanzar en la búsqueda de las alternativas al modelo productivo de organización de la economía, que recupere la soberanía alimentaria, energética, de nuestros Bienes Comunes…una alternativa de verdadero poder popular.
Mientras tanto en Argentina la soja (en su mayoría transgénica) ya ocupa casi el 70% del área cultivable. La fumigación basada en dependencia tecnológica de Monsanto y Syngenta, agrede la vida y la salud de las poblaciones cercanas a los campos.
Los proyectos mineros, que aportan muy poco o nada a la riqueza del país, ya que casi todo lo que se explota se lo llevan afuera, también son en muchos casos una actividad extremadamente peligrosa y contaminante; el caso más reciente fue el derrame de cianuro en San Juan de la mina de oro de la Barrick.
Los resultados electorales son una muestra más de la crisis de representación política que vivimos en nuestra sociedad.
Sólo la vamos a superar con una real propuesta alternativa que se plante frente al capital y vaya desarrollando una nueva cultura solidaria para satisfacer nuestras necesidades reales y no hacerles el juego con el consumismo loco, que son las necesidades ficticias creadas por ellos, para seguir reproduciendo su sistema de ganancias y poder.
Y para ello llegó el momento de bajar un cambio…para dejar las chicanas y acusaciones fáciles entre los militantes honestos y desinteresados, que somos la mayoría. Y asumir con MAYUSCULAS QUE SOMOS COMPAÑEROS.
La organización popular más amplia, que vaya construyendo esta verdadera alternativa anticapitalista, antimperialista y por el cambio social, construyendo verdadero poder popular, es la única herramienta para frenar el avance de la derecha.