Con Macri como presidente será la primera vez en la historia argentina que una fuerza política que se presenta y se asume como “de derecha” gana una elección nacional.
Antes preferían llamarse conservadores, liberales, demócratas, de centro, reorganizadores del Estado y la Nación, occidentales, hombres del orden, etc.
La mayoría de sus votantes no son propios y difícilmente pueda considerarse a más la mitad de ellos como de derecha, aunque son una base masiva para construir consenso al proyecto de restauración conservadora.
Fueron más los votos “contra” el kirchnerismo o “contra” Macri, que los votos a favor de alguna propuesta o proyecto.
Esto nos refleja la profunda crisis de representatividad y de alternativa política que hay en Argentina.
En estos días, asistimos al jolgorio festivo de unos y a las lamentaciones y el duelo de otros…mientras nos anuncian a los nuevos verdugos que nos van a gobernar. A esos que “trabajarán en equipo”…
Pero el mismo lunes, fueron los propios trabajadores del diario La Nación los que sorprendieron con un repudio masivo al editorial que horas antes pretendía marcar la cancha reivindicando la teoría de los dos demonios y de victimizar a los genocidas. Fueron esos trabajadores (que muy probablemente hayan votado a Macri en su mayor parte), los que marcaron la cancha.
Los vendedores de la ilusión de que puede haber política sin conflicto, van a encontrar sus límites frente al primer conflicto importante.
Ellos tienen los medios, el marketing, sus cuadros fabricados por las universidades privadas y las ONGs.
En la Argentina que viene, tenemos que aportar para frenar el ajuste y para construir algo nuevo y grande desde un movimiento popular unido, para ver si en adelante podemos trabajar firme y ampliamente para ser alternativa de verdad. Porque esta es una tarea pendiente y necesaria.
Nos guste o no el pueblo eligió a Macri. Y el pueblo será el encargado de sacarlo.
Como dijo Nora Cortiñas: “No nos asustemos de nada, si enfrentamos a una dictadura cívico-militar-religiosa 7 años…nada va a ser peor”.